Cada
vez que alguien se plantea recorrer por primera vez el Camino de Santiago, y se
preocupa por conocer detalles sobre cómo hacerlo, qué preparación necesita, qué
ruta seguir, etc., surge una misma duda: ¿Me perderé? ¿Cómo me oriento en el
Camino?
Aquellos
que ya habéis podido disfrutar de esta experiencia, y que a buen seguro habréis
tenido que contestar este tipo de preguntas, tendréis claro que la respuesta
tiene una forma y un color muy bien definidos: la flecha amarilla.
Pero
¿de dónde vienen las flechas amarillas que acompañan a los peregrinos en el
Camino de Santiago? ¿Siempre estuvieron allí? ¿Qué sabemos de ellas?
¿Quieres
saberlo? Pues sigue leyendo y… ¡No te olvides el Pijama!
Cientos
de kilómetros a pie, en bicicleta o a caballo por paisajes desconocidos, en
muchas ocasiones fuera de su país de origen. Ese es el reto al que se enfrentan
miles de peregrinos cada año, cada mes, cada día. Una equivocación en su ruta
puede suponer tener que andar unos kilómetros de más, no llegar a tiempo a su
alojamiento o cientos de consecuencias peores…
De
ahí mi pequeño homenaje a las flechas amarillas del Camino de Santiago, que
cuidan de que, sea cual sea la ruta que llevemos, y vayamos con expertos o no,
no abandonemos el Camino que debemos seguir. Algo así como el "sigue el camino de baldosas amarillas" de Alicia en el País de las Maravillas, ¿os acordáis?
Lo
cierto es que estas flechas amarillas que nos acompañan en el Camino de
Santiago tuvieron un “inventor”: el sacerdote gallego Elías Valiña, quien en
los años 80 recorrió el Camino Francés desde los Pirineos en un Citroën GS
cargado de botes de pintura amarilla. Y, con la colaboración de diferentes
asociaciones de peregrinos, empezó a pintar estas flechas y, de este modo, consiguió
facilitar la vida a los peregrinos y fomentar el peregrinaje.
Apodado
“el cura de O Cebreiro”, D. Elías Valiña es una figura muy importante para el
Camino de Santiago tal y como lo conocemos actualmente. Aparte de pintar
flechas, este buen hombre dedicó gran parte de su vida a escribir e investigar
sobre la ruta jacobea. Sus escritos son una referencia obligada para quienes
quieran profundizar en los orígenes del Camino de Santiago. Y claro, con toda
esta labor, no es de extrañar que cuente con varias referencias, recuerdos y
monumentos, de manera especial en el municipio lucense de O Cebreiro (un pueblo
precioso, por cierto, digno de visitar).
Esta iniciativa de D. Elías Valiña sirvió, seguramente, de base para el relanzamiento que ha experimentado el Camino de Santiago en las últimas décadas como itinerario religioso, cultural, deportivo, etc., pero… ¿Cómo se orientaban los peregrinos siglos atrás? ¿Había algo similar?
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Parroquia de O Cebreiro (Lugo) |
Esta iniciativa de D. Elías Valiña sirvió, seguramente, de base para el relanzamiento que ha experimentado el Camino de Santiago en las últimas décadas como itinerario religioso, cultural, deportivo, etc., pero… ¿Cómo se orientaban los peregrinos siglos atrás? ¿Había algo similar?
Pues
la respuesta es afirmativa. Se trata de un elemento algo menos vistoso que las
flechas amarillas, pero con una gran carga simbólica y artística. Antes de que
existieran las flechas amarillas, fue la vieira quien sirvió de punto de
referencia y orientación para los peregrinos y, por supuesto, como símbolo del propio
Camino de Santiago. Si nos fijamos en los monumentos que encontramos a pie de
ruta (iglesias, monasterios, cruceiros…), con frecuencia veremos una vieira en alguna
de sus paredes.
La
vieira se utilizaba como símbolo de haber concluido con éxito el Camino y, de
hecho, en la Edad Media, estaba prohibida la venta de este molusco fuera de la
ciudad de Santiago para evitar que algún “listillo” se otorgase méritos que no
le correspondían.
En
la actualidad, a lo largo de todos los Caminos a Santiago conviven las flechas
amarillas con las vieiras, a veces de una manera muy creativa, y no será fácil
que nos perdamos si las buscamos a nuestro alrededor.
Resumiendo: eso de “¿me perderé?” no sirve de excusa para disfrutar de la experiencia única de recorrer el Camino de Santiago, esa ruta que, en gran medida, sirvió para dar origen a la Europa actual.
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Placa al inicio del Camino de Santiago por la Via Podiensis en Le Puy-en-Velay (Francia) |
Resumiendo: eso de “¿me perderé?” no sirve de excusa para disfrutar de la experiencia única de recorrer el Camino de Santiago, esa ruta que, en gran medida, sirvió para dar origen a la Europa actual.
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leer más sobre el Camino de Santiago pulsando aquí. Espero que te haya gustado
este post y, por supuesto, ¡espero tus ideas y comentarios!
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¡Buen Camino! |
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