En
el post anterior comenzábamos nuestro particular Camino de Santiago utilizando una
de las rutas que han venido utilizando los peregrinos europeos desde hace
siglos: la Via Podiensis.
Hicimos
una pausa en el pueblo de Conques, que lleva con orgullo y justicia el galardón
del “pueblo más bonito de Francia”. Nos quedamos disfrutando de sus calles
empedradas, respirando ese ambiente único de las poblaciones que, aunque el
mundo actual no las considere tan importantes, históricamente sí lo fueron, y
conservan ese aire de leyenda, tradición y misterio que nos hace ver que, digan
lo que digan los cánones actuales, siguen muy vivas.
Pero
el Camino sigue y nuestro objetivo queda aún lejos. En este post, iremos
dejando atrás el Macizo Central de Francia para ir acercándonos a los Pirineos,
acogiendo en cada etapa a un mayor número de peregrinos que tienen el mismo
propósito que nosotros: llegar a Santiago de Compostela.
Una
vez más, os invito a que recorramos justos esta etapa del Camino de Santiago,
ya sea a pie, a caballo, en bicicleta o, para aquellos que no queráis o no
podáis hacerlo de ninguna de estas maneras, a través de las líneas de este
blog. Espero hacer una modesta contribución a que sintáis “gusanillo” por el
Camino.
¿Seguimos
en Camino? Pues… ¡No te olvides el Pijama!