La
Navidad está cada vez más cerca y... ¡Seguimos de mercadillos por Centroeuropa!
En
este post os contaré la ruta que hemos hecho este año. Un recorrido por Baviera
(en el sur de Alemania), Austria y el norte de Italia. Un recorrido por
regiones diferentes entre sí y, al mismo tiempo, con grandes similitudes, quizá
conformadas por la presencia de un elemento común en el paisaje: los Alpes.
En
esta época del año, los pueblos y ciudades de esta zona se adornan y animan
ante la inminente llegada de la Navidad. Y por supuesto, ¡se llenan de mercados
de Navidad!
Sin
embargo, este recorrido no solo es interesante en invierno. En otras épocas del
año también resulta espectacular, es como hacer dos viajes completamente
diferentes.
¿Te
apetece venir? Pues... ¡No te olvides el Pijama!
Comencemos
por los datos de logística del viaje. Es una ruta circular de aproximadamente
900 km. Volamos a la ciudad de Múnich, en Baviera (sur de Alemania), donde
alquilamos un coche para hacer el recorrido.
Si
vais a hacer esta ruta en invierno, es importante que os aseguréis de que
lleváis un coche con ruedas de invierno. En general, los coches que se alquilan
en Alemania por esas fechas ya las llevan (no así en Italia, por ejemplo), pero
no está de más comprobarlo.
Para
aquellos que no hayáis conducido coches con ruedas de invierno, que no cunda el
pánico. Son neumáticos con una configuración diferente, que permiten circular
con nieve o hielo sin necesidad de instalar cadenas, pero la forma de conducir
no cambia. Aportan una gran seguridad, y solo requieren una prudencia lógica.
Que la nieve o el frío no os priven de conducir por allí, ya veréis como no es
ningún problema.
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¿Nieve? ¿Hielo? ¡Sin problema con los neumáticos de invierno! |
Nada
más aterrizar en el aeropuerto de Múnich, nos dirigimos hacia el sur, a
Garmisch-Partenkirchen. Esta pequeña ciudad bávara, ya cercana a Austria, es
conocida por sus estaciones de esquí alpino, sus pistas de esquí de fondo y,
cómo no, por el famoso campeonato de saltos de esquí de Año Nuevo.
Como
quizá intuíais, Garmisch-Partenkirchen es el resultado de la "fusión"
de dos pueblos (sí, efectivamente, Garmisch y Partenkirchen). El nombre resulta
un poquito largo, y por eso sus habitantes lo suelen llamar directamente GAP o
GaPa.
Sin
ser un pueblo grande, GAP es un elegante núcleo urbano que tiene prácticamente
de todo: hoteles, restaurantes, tiendas... Y por supuesto, esquí. ¡Y mercado de
Navidad! Y una limpieza verdaderamente envidiable, por cierto.
Os
propongo que, tomando Garmisch-Partenkirchen como base, hagáis algunas
excursiones como, por ejemplo: subir al Zugspitze (el pico más alto de
Alemania), dar un paseo por el lago Eibsee o visitar el palacio de Linderhof,
el más pequeño de los que mandó construir el famoso Luis II de Baviera (el
llamado "Rey Loco").
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¿Qué tal un paseo por el lago Eibsee? |
Para
dormir en la zona de Garmisch-Partenkirchen, una recomendación: el Akzent Hotel Schatten. Un hotel familiar, con un diseño tradicional bávaro y a un precio
razonable.
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Akzent Hotel Schatten, en Garmisch-Partenkirchen |
Seguimos
nuestro recorrido hacia el sur, y en pocos kilómetros entramos en Austria, en
concreto en la región del Tirol. Su capital, Innsbruck, es una villa pequeña y
agradable, con un carácter abierto y campechano que es fruto de su posición
histórica de "puente" entre el norte y el sur de los Alpes (por
cierto, "Innsbruck" significa "puente sobre el Inn").
Innsbruck
cuenta con varios mercados de Navidad, el más conocido de ellos situado en su
centro histórico (Altstadt), junto al
famoso Tejadillo de Oro (Goldenes Dachl). No dejéis de visitarlo, y tampoco os olvidéis de
visitar el Hofburg (palacio), la Hofkirche (que es la iglesia del
palacio), la Maria-Theresien-Straße,
ni de dar un paseo junto al río Inn para ver las características casas de
colores a sus orillas.
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Tejadillo de Oro (Goldenes Dachl), en Innsbruck (Austria) |
Un
par de recomendaciones de hoteles en Innsbruck: el “Weisses Kreuz” y el “Goldener Adler”. Los dos están situados en plena Altstadt, junto al Tejadillo de Oro. La
única pega es que el casco histórico de Innsbruck es peatonal, así que tendréis
que aparcar fuera y andar con las maletas hasta el hotel. No serán más de 5
minutos desde los aparcamientos más cercanos, y merece la pena andar un poquito
para disfrutar de una localización privilegiada.
Seguimos
nuestra ruta hacia el sur. La frontera italiana se encuentra a muy pocos
kilómetros de Innsbruck, así que en aproximadamente una hora estaremos
atravesando el Paso de Brennero y entrando en el Südtirol (Tirol del Sur), en
la región italiana del Alto Adige.
Y
en el Südtirol empezaremos a tener contacto con ese "desorden
ordenado" de lenguas tan propia de la región. Allí se habla alemán e
italiano, pero parece que nunca sabremos con seguridad en qué proporción. Así,
la visita a una tienda o a un restaurante puede convertirse en una curiosa
experiencia lingüística.
Para
hacer más cómodo el viaje, y no tener que hacer y deshacer maletas cada día,
instalamos nuestro "centro de operaciones" cerca de Merano, concretamente
en el pueblo de Postal, en el Hotel Muchele. Este hotel fue una de las
sorpresas más agradables del viaje, merece realmente la pena, así que he dedicado un post a hablar de él con más detalle.
Desde
allí fuimos visitando diferentes localidades. Aquí hablaré de ellas siguiendo
un orden de norte a sur, que no fue necesariamente el que llevamos.
Y
por supuesto, fuimos visitando los mercadillos de Navidad de la zona, en los
que se mezclan los productos y dulces de origen austríaco-bávaro con los típicamente
italianos. El Glühwein (¿Os acordáis de esta bebida?) también se llama “vin
brulé” en esta región, y los típicos Brezel
conviven amistosamente con dulces típicos italianos como el pandoro o el panettone.
De
norte a sur, las ciudades por las que hemos ido pasando han sido Vipiteno, Bressanone,
Bolzano y Merano.
Vipiteno
(Sterzing, en alemán) es una pequeña localidad con un centro histórico muy bien
cuidado. La calle principal (Città Nuova)
es una agradable vía peatonal con soportales repleta de tiendas, restaurantes y
cafeterías. En la Piazza Città
encontramos el primer "mercatino di
Natale" de nuestro paso por Italia.
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La nieve hace acto de presencia en el mercadillo de Navidad de Vipiteno |
Bressanone
(Brixen, en alemán) es una ciudad más grande que Vipiteno, pero no por ello carece
de un carácter propio. Su Piazza del
Duomo alberga la catedral (Duomo) de la ciudad, una impresionante
estructura basada en trazos románicos y con un barroco (especialmente en el
interior) impresionante. No dejéis de entrar al Duomo. Y en esa plaza, cómo no,
también se encuentra una muestra más de nuestra perdición: el "mercatino di Natale" de
Bressanone.
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Duomo de Bressanone |
Antes
de llegar a Bolzano, y no muy lejos de la carretera principal, podemos visitar
una de las estampas más clásicas del Südtirol. Muy cerca del pueblo de Funes se
encuentra la capilla de Santa Maddalena. Esta imagen, con los Dolomitas al
fondo, es una de las más clásicas del Südtirol. ¡No os la perdáis!
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Capilla de Santa Maddalena en Funes (Alto Adige, Südtirol, Italia) |
Poco antes de llegar a Bolzano, y también cerca de la carretera principal, se encuentra el bonito pueblo de Castelrotto. Llegar hasta allí supone tomar un desvío cuesta arriba y adentrarse rápidamente en un paisaje totalmente alpino. El pueblo de Castelrotto es pequeño y muy agradable. Merece la pena visitar la iglesia de San Pedro y San Pablo.
Bolzano
es la capital del Alto Adige. Es una ciudad más grande que las anteriores, con
una importante vida universitaria y un notable movimiento de personas. Allí se
dice que pasó un tiempo Goethe mientras escribía sus “Viajes italianos”. El
centro histórico es peatonal, así que merece la pena aparcar el coche (por
ejemplo, el parking de la plaza Waltherplatz es uno de los más céntricos) y
recorrer tranquilamente la ciudad. Ah, se me olvidaba: también hay mercadillo
de Navidad en Bolzano, precisamente en la plaza Walther, a los pies del Duomo
de Bolzano (la iglesia de Santa María Asunta).
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"Mercatino di Natale" en Bolzano |
Merano
es una villa termal. Especialmente en el siglo pasado, fue lugar de vacaciones
de muchos viajeros procedentes de Alemania, Austria y Suiza, que buscaban en
esta ciudad un lugar más cálido donde recuperarse de sus “achaques” y, por qué
no, disfrutar de una vida social animada.
El
"mercatino di Natale" de
Merano es el mercado más al sur de los que hemos visitado. A partir de ahí,
nuestra ruta nos ha llevado de nuevo a Austria, pero antes de regresar a
nuestro punto de salida visitaremos otra preciosa ciudad: Salzburgo.
Salzburgo
es una de esas ciudades que, tanto si se visitan en verano como si se visitan
en invierno, tienen algo especial. Pero es precisamente durante el Adviento
cuando, a mi juicio, nos muestran una de sus caras más entrañables.
Perderse
por las calles de Salzburgo mientras nieva, y atacar el frío tomando uno de los
numerosos dulces navideños que se venden en sus mercadillos, es una de las
mejores experiencias que pueden tenerse en Salzburgo.
En
esta ciudad, que vio nacer a Mozart, no nos podemos perder su catedral (Dom), la fortaleza de Hohensalzburg (a
la que se accede mediante un funicular y ofrece unas vistas fabulosas de la
ciudad), el Palacio Mirabell y, para aquellos forofos de Mozart, su casa natal.
Salzburgo
también es muy conocida entre los turistas por ser uno de los lugares donde se
rodó la película "Sonrisas y Lágrimas". Veréis muchas referencias a
esta película en la ciudad, e incluso rutas organizadas que nos llevarán a
localizaciones de esta película (entre ellos -
recomendación personal - no os perdáis el pueblo de St. Gilgen, junto al
lago Wolfgangsee).
Por
cierto, ¿os habéis fijado en las inscripciones – normalmente hechas con tiza –
que tienen muchas puertas de los pueblos y ciudades de todo nuestro recorrido,
en las que aparece, por ejemplo, “20 C+M+B 17”? ¿Os imagináis de dónde viene?
Pues
es una costumbre católica muy antigua en la zona, según la cual, hay un grupo
de niños en cada parroquia (los denominados Sternsinger)
que van por las casas vestidos como los tres Reyes Magos y cantando o recitando
poesías en los días cercanos al 6 de enero. Estos niños, bendecidos por los
párrocos, piden limosna para los pobres y, en aquellas casas donde les reciben,
dejan inscritas a modo de bendición las iniciales “C+M+B” junto con el año en
que han pasado. Así, por ejemplo, la inscripción “20 C+M+B 17” en una puerta
indica que esa casa recibió a los Sternsinger
en 2017.
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¿Qué te parece la tradición de los Sternsinger? |
Y
acabamos nuestro recorrido en la ciudad de Múnich, donde lo comenzamos. Si no
queréis hacer el recorrido entre Salzburgo y Múnich sin parar, os recomiendo
que visitéis la pequeña - pero bonita- ciudad de Rosenheim y el lago Chiemsee
(con el palacio de Herrenchiemsee en su interior).
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Música navideña en Rosenheim (Baviera, sur de Alemania) |
La ciudad de Múnich celebra mucho la Navidad, por lo que no es de extrañar que en ella se puedan visitar varios mercadillos. Os recomiendo el de la plaza principal (Marienplatz) y el que se celebra en el que antaño fue palacio real bávaro: la Residenz.
Me
despido desde la Marienplatz, ¡brindando con todos vosotros con Glühwein!
Espero
que os haya gustado el post y que tengáis ¡¡¡Feliz Navidad y Próspero Año
Nuevo!!!
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Frohe Weihnachten!!! ¡¡¡Feliz Navidad!!! |
Fui a Munich y Viena y quede enamorado de ambas ciudadades, su arquitectura, el ambiente, su cerveza y su comida. Quisiera llevar a mi familia para que también lo vivan.
ResponderEliminar¡Muchas gracias, Carlos! Sí, es una zona muy interesante. ¡Espero que la puedas disfrutar pronto en familia!
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